Una mañana cualquiera, Abby Clark resuelve la crisis de turno con la enfermera de su madre enferma de Alzheimer y se dirige al centro de operaciones del 911 para atender las llamadas de emergencias de la ciudad de Los Ángeles. Desde suicidas hasta víctimas de accidentes, alguna que otra posible broma telefónica y una situación realmente delicada con una menor de edad acechada por ladrones... Lo habitual en su trabajo; un trabajo que se le mete bajo la piel, pues Abby es incapaz de no seguir cada caso para ver cómo termina resolviéndose la situación. Abby coordina el trabajo sobre el terreno de bomberos, policías y paramédicos. Bobby Nash, el jefe de bomberos local, es un alcohólico rehabilitado que trata a sus chicos casi como lo haría un padre. Se preocupa por ellos, a sabiendas de que los envía continuamente a situaciones en las que arriesgan sus vidas. Y el que más le preocupa es Buck, un muchacho alocado que parece que no se toma nada en serio, ni siquiera el peligro de su trabajo. En el departamento de policía, la detective Athena Grant tiene dos frentes de batalla abiertos. En la comisaría, debe concentrar toda su atención y habilidades en la resolución de los casos que llegan a su mesa. En casa, su marido acaba de confesar a sus dos hijos que es homosexual.

El episodio comienza con dos chicos jóvenes, Chad y Devon, en la cola de una montaña rusa en un parque de atracciones. Poco después, observamos cómo la barra de sujeción de sus asientos no queda bien cerrada y, al primer movimiento brusco, Chad sale volando. Los tres carros de la montaña rusa quedan colgando bocabajo en uno de los bucles de la atracción, mientras Devon lucha por evitar precipitarse al vacío. Buck se escabulle hasta la cima de la estructura para rescatar al joven y le grita desesperado que levante la mano y agarre su correa de seguridad, pero la presión se hace cada vez más insoportable y Devon está a punto de rendirse. Por otro lado, Abby se siente aliviada después de conseguir ayuda para cuidar a su madre y se acercará intencionadamente a Buck. Mientras tanto, Athena y Hen responden al ataque de un perro rabioso. Pero más adelante, Athena descubre que en realidad se trata de un inusual asalto a su hogar. Por su parte, Bobby tendrá que enfrentarse a un dramático rescate, después de una tensa disputa entre una pareja.

El 9-1-1 recibe la llamada alarmada de una familia: la fiesta de cumpleaños de su hijo se ha convertido en una pesadilla cuando una racha de viento ha hecho volar el castillo hinchable en el que jugaban varios niños y el padre del cumpleañero. La unidad de bomberos de Bobby se hace cargo de la emergencia. Es un día más en el trabajo... hasta que la central de emergencias recibe un aviso para acudir a un accidente de tráfico y descubren que la víctima es uno de los bomberos de la unidad de Bobby. El accidente ha sido muy aparatoso y el bombero está vivo y consciente, aunque sigue atrapado en el asiento del conductor... con una varilla de acero corrugado atravesándole la cabeza. No es la única llamada de un conocido: Athena contacta con el 9-1-1 al encontrar a su hija May inconsciente en casa por una sobredosis de analgésicos. Su marido se presenta en el hospital para afrontar juntos la situación: cree que May ha intentado suicidarse debido al descubrimiento de que su padre es gay. Pero May tiene sus propios problemas. Entretanto, Abby está preocupada por su madre. Cada vez se encuentra peor y, aunque no le guste reconocerlo, es más difícil cuidarla en casa. Su hermano Matt la ha inscrito en la lista de espera de una residencia e intenta convencerla de que lo mejor para todos es ingresar a su madre. Indecisa, Abby se desahoga con Buck.

Un avión comercial, el Liberty Flight 46, sufre un accidente en pleno vuelo y acaba estrellándose en la costa de la ciudad de Los Ángeles. En su interior viajan 176 pasajeros y 6 miembros de la tripulación y, por desgracia, muchos de ellos fallecen en el acto a causa del brutal impacto. Rápidamente todos los equipos de emergencia de la ciudad son movilizados y acuden hasta el lugar del siniestro para atender lo antes posible a los supervivientes. No obstante, la aeronave ha quedado medio hundida en el agua y el trabajo de rescate es realmente complicado, pero como siempre el equipo de bomberos liderado por Bobby Nash no dudará en arriesgar sus vidas para salvar a las víctimas. Mientras tanto, la detective Athena Grant es la encargada de manejar la situación de caos y de pánico que se está viviendo en el aeropuerto por culpa del siniestro. Por un lado, se han anulado todas las operaciones aéreas que estaban programadas para ese día, lo que provoca el descontento general de los viajeros, y por otro hay que dar una respuesta concisa a los familiares de las personas que iban a bordo de la nave accidentada. Además, la veterana policía también lucha contra su propio drama familiar y tiene que hacer frente a las consecuencias del intento de suicidio de su hija mayor. Por último, Abby Clark tiene la responsabilidad de transmitir un mensaje muy importante de alguien que ha llamado al teléfono del centro de emergencias 9-1-1.

El episodio comienza mostrándonos la emocionante celebración de una boda tradicional india. Tanto los invitados como los novios parece que están disfrutando de una jornada maravillosa y nadie se resiste a bailar en el centro de la pista. Sin embargo, de repente el suelo del local cede y decenas de personas se hunden entre los escombros. Enseguida alguien llama al 9-1-1 para comunicar el dramático suceso y, rápidamente, Bobby Nash y su equipo de bomberos se dirigen hacia el lugar para ayudar a las víctimas y rescatar a los posibles supervivientes. No obstante, el trabajo no será nada fácil porque muchos de los heridos han quedado atrapados entre los cascotes que incluso han llegado hasta dos pisos más abajo. Este trágico suceso hace que el jefe de bomberos tenga mucho más presente ese terrible pasado que lo atormenta y que lo sumerge en una espiral de caos y autodestrucción. Así, descubrimos que Bobby arrastra problemas con el alcohol y las drogas desde hace muchos años y que fueron la causa indirecta de que su mujer y sus hijos perecieran en un trágico incendio. Mientras tanto, Abby solicita ayuda a sus compañeros de emergencias para tratar de encontrar a su madre que sigue desaparecida. Buck enseguida se ofrece para acompañarla y los dos juntos recorren palmo a palmo la ciudad, algo que hará que se conozcan un poco más allá de las conversaciones telefónicas que mantienen, aunque durante el viaje también tendrán que atender a otras llamadas urgentes del 9-1-1. Por último, Hen debe decidir si accede o no a la petición que le hace su expareja Eva desde la cárcel. Y es que la joven quiere que ella testifique a su favor durante la vista que se va a celebrar sobre su libertad condicional.

Es San Valentín y el amor está en el aire, literalmente. Un enamorado que acaba de sacarse la licencia de piloto lleva a su novia a dar una vuelta en un avión privado cuando algo va mal y se disparan todas las alarmas en la aeronave. En realidad se trata de una falsa emergencia, una forma original de pedirle matrimonio a su chica... pero lo que consigue es provocarle un infarto y, entonces, sí tiene que llamar al 9-1-1. Entretanto, Chimney ya se ha recuperado y los chicos le preparan una fiesta de bienvenida en la estación de bomberos de la que Buck y Abby salen con planes para su primera cita. A pesar de la presión que supone tener una cita en San Valentín y los nervios de ambos, todo parece perfecto... hasta que Buck se atraganta en el restaurante y Abby tiene que salvarle la vida. Por una vez, no es ella quien responde a la llamada a emergencias, sino quien llama pidiendo ayuda. Athena está de guardia esta noche y acude a comprobar una queja por ruido en un apartamento. Al parecer, se trata de una ruptura amorosa difícil y, de hecho, Athena se siente conmovida y le deja una tarjeta a la infeliz mujer para que la llame directamente si se siente sola o asustada. La chica no tarda en tomarle la palabra y, cuando Athena regresa a su apartamento esa misma noche, se encuentra con una escena totalmente inesperada. Resulta que la víctima es el verdugo. Mientras, Bobby y Chimney se encuentran con un triángulo amoroso al ir a socorrer a un hombre que se ha roto algunos huesos al saltar por una ventana.

La luna llena brilla sobre Los Ángeles y favorece algunas de las situaciones más locas a las que se hayan enfrentado los cuerpos de emergencias de la ciudad. En el centro de atención al ciudadano, Abby gestiona algunas de las llamadas más locas que haya recibido nunca, pero una las supera a todas: su interlocutor parece ser víctima de un asesinato mientras permanece en línea. Si Abby ya tenía por costumbre hacer un seguimiento de todos los casos que atiende, en esta ocasión está decidida a descubrir qué le ha ocurrido a su interlocutor y ayuda a los investigadores a resolver el caso. Athena responde a un posible caso de allanamiento en la casa de una señora que dice haber visto a un hombre observándola en la ventana. Una noche de lo más corriente para la agente de policía... hasta que tiene que enfrentarse a una extraña situación de canibalismo: un hombre le está comiendo la cara a otro. Entretanto, Bobby y Buck acuden a socorrer a una mujer que se ha lesionado en una clase de yoga para embarazadas. Sea por la influencia de la luna llena o no, el caso es que los bomberos se ven inesperadamente rodeados de parturientas. En el plano personal, Abby y Buck deben decidir si se dan una segunda oportunidad tras la desastrosa primera cita que tuvieron en San Valentín. Y Hen se confiesa con Athena: ha tenido un encuentro con su exmujer y no está segura de cómo enfrentar el asunto con su actual esposa.

La comisaría recibe una primera llamada de un hombre que ha recibido un disparo. Al llegar se encuentran con una escena de lo más insólita en el jardín de la casa en la que ha transcurrido el suceso, el hombre intentaba volar el árbol en el que se había suicidado su mujer un año antes. La segunda llamada del día la realiza un empleado de 'Metro Fitness', que alerta a las autoridades de que su jefe está literalmente ardiendo. Al llegar se encuentran con un cuerpo quemado en una cabina de bronceado, aún con vida y al que intentan reanimar con escaso éxito. La siguiente llamada está relacionada con una ladrona de porches, una mujer que sustrae pedidos y envíos de los porches de la gente cuando no está en casa. El siguiente aviso al equipo de emergencias proviene del zoo, un tigre que había sido increpado con piñas de un pino cercano ha salido de su jaula. En una campaña de donación de sangre que llega a la estación de bomberos, Chimney le pide a Bobby que colabore, él teme a las agujas y se muestra reticente pero finalmente accede y dona sangre. Días más tarde recibe una llamada del hospital, han encontrado algo y quieren hablarlo con él. Bobby entra en pánico y se angustia, no sabe qué pueden haber encontrado en su sangre. Cuando acude al hospital el médico le traslada buenas noticias, han detectado que tiene un tipo muy raro de sangre que puede ayudar a combatir la enfermedad de Rhesus.

El capítulo comienza con una escena en la que vemos a un vagabundo que trata de pasar la noche tumbado sobre un banco. Un policía se acerca a él y le dice que no puede dormir allí, por lo que el hombre sin hogar se marcha y acaba buscando nuevo cobijo en el interior de un contenedor. Pero al poco tiempo, llega el camión de la basura para vaciar el contenido y el desastre parece inminente. El mendigo, aterrorizado, consigue hacer una llamada de auxilio al 9-1-1, así que Bobby y Buck intentarán rastrear el camión de basura en una carrera contrarreloj. En otra situación de emergencia, el equipo deberá tratar de rescatar a una madre y su hijo que han sufrido un accidente al precipitarse el ascensor en el que se encontraban. Para colmo de calamidades, todo se complica cuando el interior del elevador comienza a inundarse. Por otro lado, Abby se dispone a prepararse para la jornada laboral, cuando su madre, que quiere que se quede en casa, la abofetea. Conteniendo las lágrimas, Abby es consciente de que la enfermedad de su madre está empeorando y se plantea quedarse en casa y anular su cita con Buck, lo que acabará poniendo a prueba su relación. Mientras tanto, Henrietta continúa lidiando con su ex la batalla por la custodia de su hijo. Por su parte, Athena Grant se introduce en el mundo de las citas y acaba metida en problemas.

Los equipos del 9-1-1 reciben una llamada para atender un contratiempo doméstico poco frecuente y un aparatoso accidente de moto con un escenario macabro en el que el cuerpo de la víctima sufre un corte que lo divide en dos. Además, deben acudir a una emergencia en la consulta de una adivina en la que supuestamente muere una persona, aunque más tarde se despertará para revelar que sufre una enfermedad que la paraliza y los síntomas suelen confundirse con el fallecimiento. Mientras tanto, la vida personal de los protagonistas continúa; así el bombero Bobby Nash decide volver quedar con la gente y asiste a una primera cita; Abby hace un repaso por sus recuerdos y toma la decisión de abandonar Los Ángeles y viajar a Irlanda para cumplir los deseos de su madre, Patricia, recientemente fallecida y que sufría Alzheimer; Buck es víctima de un robo de identidad en las redes sociales y debe enfrentarse a sus acciones pasadas; la agente Athena Grant intenta comenzar su nueva vida; y Henrietta Wilson trata de acercarse a su esposa para arreglar algunas desavenencias entre las dos.